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Todo el mundo está hablando de la inteligencia artificial (IA). Una tecnología que ya ha provocado considerables cambios en determinados sectores, especialmente en los relacionados con la creatividad. Con toda la polémica y controversia que han conllevado. Sin embargo, si se dejan a un lado conceptos como la ética, la moralidad y la propiedad intelectual, otro asunto que conviene analizar con criterio en relación con la IA es la ciberseguridad.


La inteligencia artificial es un sistema informático, basado en complejos algoritmos e inmensas bases de datos, cuya función consiste en imitar y replicar ciertas capacidades humanas propias de su cognición, como es el aprendizaje. Esto le permite desarrollar procesos de razonamiento, que se traducirán en la toma de decisiones.


Aunque es ahora cuando más relevancia y popularidad está obteniendo, la realidad es que es algo que ya formaba parte del día a día de las personas. Algunos de los ejemplos más claros son los asistentes virtuales, como Siri, Alexa o Cortana. Pero también los traductores automáticos, los chatbots de servicio al cliente o los filtros y sistemas de recomendaciones, como el de películas y series de Netflix o el de productos que podrían ser interesantes para el usuario de Amazon. Y todos ellos conllevan ciertos riesgos para la seguridad.


¿Cuáles son los riesgos de ciberseguridad con la inteligencia artificial?

Los especialistas advierten que la inteligencia artificial conlleva una serie de riesgos para los usuarios que hacen uso de ella, sobre todo a la hora de poner en peligro la privacidad de las personas.

  1. Recopilan grandes cantidades de información: La clave del éxito de una inteligencia artificial tiene que ver directamente con los grandes volúmenes de información que esta maneja, ya que así es como podrá ser más eficiente y precisa. Y ese es también uno de sus problemas, puesto que recopilan mucha información personal del usuario para poder funcionar de la mejor forma posible. El riesgo es que la privacidad se ve comprometida.
  2. Generan información falsa: Noticias, imágenes o vídeos que sean totalmente falsos, pero tengan una apariencia convincente, supone uno de los grandes riesgos de las inteligencias artificiales. Lo que puede dificultar a las personas diferenciar lo real de lo falso, ya que la manipulación que logra hacer la IA puede llegar a ser increíblemente realista.
  3. No siempre es precisa: La inteligencia artificial se ve afectada por diversos sesgos, cuya consecuencia será el acceso a información que podría no ser precisa o incluso errónea.
  4. Corren el peligro de recibir un ataque cibernético: Al igual que otro tipo de sistemas, las IA no quedan exentas del riesgo que supone ser el blanco de un intento de acceso no autorizado. Lo que afectaría directamente a la seguridad de los datos del usuario.


*Fuente: La Vanguardia