Google ha acordado pagar al estado estadounidense de Texas casi 1.400 millones de dólares para resolver dos demandas en las que se acusaba a la empresa de rastrear la ubicación personal de los usuarios y conservar sus datos de reconocimiento facial sin su consentimiento.
El pago de 1.375 millones de dólares empequeñece las multas que el gigante tecnológico ha pagado para resolver demandas similares interpuestas por otros estados de Estados Unidos. En noviembre de 2022, pagó 391 millones de dólares a un grupo de 40 estados. En enero de 2023, pagó 29,5 millones de dólares a Indiana y Washington. Más tarde, en septiembre, desembolsó otros 93 millones de dólares para llegar a un acuerdo con California.
El caso, presentado originalmente en 2022, estaba relacionado con el seguimiento y la recopilación ilegal de datos de los usuarios, en relación con la geolocalización, las búsquedas de incógnito y los datos biométricos, rastreando el paradero de los usuarios incluso cuando la configuración del historial de ubicaciones estaba desactivada y recopilando los datos biométricos sin consentimiento informado.
"Durante años, Google rastreó en secreto los movimientos de las personas, sus búsquedas privadas e incluso sus huellas vocales y su geometría facial a través de sus productos y servicios", declaró el fiscal general de Texas, Ken Paxton, en un comunicado.
"Este acuerdo de 1.375 millones de dólares es una gran victoria para la privacidad de los tejanos y dice a las empresas que pagarán por abusar de nuestra confianza".
El año pasado, Google anunció planes para almacenar los datos de Maps Timeline localmente en los dispositivos de los usuarios en lugar de en sus cuentas de Google. La empresa también ha puesto en marcha otros controles de privacidad que permiten a los usuarios eliminar automáticamente la información de ubicación cuando está activada la opción Historial de ubicaciones.
El pago también rivaliza con la multa de 1.400 millones de dólares que Meta pagó a Texas para resolver un pleito sobre acusaciones de que recopiló ilegalmente los datos biométricos de millones de usuarios sin su permiso.
La noticia se produce en un momento en que Google está siendo objeto de un intenso escrutinio regulador a ambos lados del Atlántico, y se enfrenta a peticiones de dividir partes de su negocio para satisfacer las preocupaciones antimonopolio.
Fuente: thehackernews