
El Departamento de Estado de EE.UU. informó el lunes de que está tomando medidas para imponer restricciones de visado a 13 individuos presuntamente implicados en el desarrollo y venta de programas espía comerciales o que son familiares directos de los implicados en tales negocios.
"Estas personas han facilitado o se han beneficiado económicamente del uso indebido de esta tecnología, que ha tenido como objetivo a periodistas, académicos, defensores de los derechos humanos, disidentes y otros supuestos críticos, así como a personal del Gobierno de Estados Unidos", declaró el Departamento.
No se revelaron los nombres de las personas sujetas a restricciones de visado, pero la medida se produce más de dos meses después de que el gobierno de Estados Unidos dijera que está aplicando una nueva política que impone restricciones de visado a las personas que realizan prácticas que podrían amenazar la privacidad y la libertad de expresión.
También pretende contrarrestar el uso indebido y la proliferación de programas espía comerciales que han sido utilizados por gobiernos autoritarios para espiar a miembros de la sociedad civil, además de promover la rendición de cuentas.
La noticia llega cuando la publicación israelí Haaretz informó de que Intellexa presentó en 2022 un sistema de prueba de concepto (PoC) llamado Aladdin que permitía implantar programas espía en teléfonos a través de anuncios en línea.
El Consorcio Intellexa fue sancionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos el mes pasado por desarrollar, operar y distribuir" programas espía comerciales diseñados para atacar a funcionarios gubernamentales, periodistas y expertos en política del país.
No se trata solo de spyware, ya que Kaspersky informó recientemente de que 31.031 usuarios únicos se vieron afectados por stalkerware en 2023, frente a los 29.312 de un año antes, y la mayoría de ellos se encontraban en Rusia, Brasil e India, una dudosa distinción que ostentan los tres países desde 2019.
"Los productos de stalkerware suelen comercializarse como apps legítimas antirrobo o de control parental para smartphones, tablets y ordenadores, pero en realidad son algo muy diferente. Instaladas sin el conocimiento o el consentimiento de la persona que está siendo rastreada, estas apps operan de forma sigilosa y proporcionan al agresor los medios para obtener el control sobre la vida de la víctima", señala la compañía.
Fuente: thehackernews